La mayoría de profesiones de la educación y la salud señalan que para reducir
el número de embarazos en adolescentes es necesaria una completa educación sexual, el acceso a los métodos anticonceptivos así como a los servicios
de planificación familiar.
Las consecuencias
de un embarazo precoz se puede evitar de la siguiente forma:
- - Los padres y maestros deben orientar y formar a los
jóvenes en edades tempranas sobre educación sexual, aborto y enfermedades
de transmisión sexual.
- - La familia debe ayudar a los jóvenes en el
crecimiento de su autoestima y prepararlos para la toma de decisiones
responsables acerca de su sexualidad.
- - La sociedad y la familia deben contribuir al
desarrollo social y emocional de los jóvenes.
- - Todos debemos fomentar la comunicación entre padres
e hijos.
- - También debemos realizar un proyecto de vida.
- - Postergar el inicio de una vida sexual activa hasta
haber alcanzado un nivel adecuado de madurez física, psicológica y emocional.
- - Usar preservativos
en caso de tener relaciones sexuales (Santillana. 2006).
La prevención puede hacerse a tres niveles:
PREVENCIÓN
PRIMARIA
Es el conjunto de
medidas que tienden a evitar que llegue a producirse un fenómeno no deseable.
En este nivel hay que evitar el embarazo. Puede intentarse poniendo en acción
medidas de orden general, educativas o sociales, dirigidas a todos los jóvenes;
puede intentarse también una acción mucho más amplia, a nivel comunitario, para
modificar ciertos comportamientos sociales que fomentan la actividad sexual y
los embarazos de las jóvenes. También se debe dirigir la acción hacia los que
tienen la responsabilidad educativa (familia, maestros). Entre las medidas
generales es necesario trabajar sobre la educación de la responsabilidad sexual
y el poner a disposición de los jóvenes medios de control de fertilidad.
PREVENCIÓN
SECUNDARIA
Acciones
encaminadas a limitar la gravedad del problema que ya se ha iniciado. Este supone
cuando el embarazo ya se ha iniciado la continuación del embarazo hasta su término.
Se debe asegurar una evolución satisfactoria del embarazo para el equilibrio
psíquico de la madre; preparar el nacimiento; aportar una ayuda a las familias
de los jóvenes padres, al mismo joven padre si se conoce y está decidido asumir
su paternidad.
PREVENCIÓN
TERCIARIA
Consiste en el
conjunto de medidas que cuando el fenómeno ya se ha producido, tiene por
finalidad limitar sus consecuencias a largo plazo así como las secuelas y
reincidencias. En este sentido se deben ofrecer las condiciones necesarias para
la reinserción de la madre a la sociedad así como programas de protección al
niño.
Se debe facilitar un mejor apoyo a las madres adolescentes, incluida la ayuda para poder
volver a integrarse en la educación obligatoria, asesoramiento y apoyo
psicológico y económico, colaboración con los padres jóvenes, mejor cuidado de
los niños y el aumento de viviendas específicas. Siendo uno de los pilares
fundamentales para el progreso de los padres adolescente el apoyo familiar, ya
que es el desarrollo intrafamiliar lo que determina como enfrentarán los
adolescentes las diferentes situaciones que se presenten en su nueva etapa de
padres.
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