El mejor anticonceptivo
es un sentido de la responsabilidad
INICIÁNDOSE EN LA ANTICONCEPCIÓN
No esperar a tener relaciones sexuales para buscar
información y consejos sobre los métodos anticonceptivos.
Contrariamente a lo
que los adultos piensan, no hay evidencia ni la habrá probablemente para
desvirtuar la creencia de que una información explicita sobre sexo y anticoncepción
aliente a los jóvenes a ser mas promiscuos y experimentar. Eso es no conocer
a los jóvenes. En realidad es verdad lo contrario: cuanto mas informado
estén, mas responsables llegaran a ser. Son miles de embarazos en los jóvenes
adolescentes cada año, no sumarse a esta estadística triste e innecesaria.
Relación sexual significa querer o no querer tener hijos, significa decisión de
dos, significa anticoncepción.
La primera relación sexual es una experiencia vital que requiere una serie de
condiciones previas que pocos adolescentes contemplan. Perder la virginidad no
debe plantearse como un reto, ni como una proeza, ni como una huida hacia
adelante para evitar el ridículo. Es imprescindible sentirse correspondido en
el amor, y tomarse el tiempo necesario para no realizar el acto sexual bajo
presión ni con sentimientos de culpabilidad. Usar la cabeza antes de acostarse
con alguien debería ser una obligación compartida por la pareja que se inicia
en el amor sexual, para no correr así riesgos innecesarios: embarazos
prematuros, contagio de enfermedades venéreas o grandes desilusiones. La
información acerca de los métodos anticonceptivos más seguros está al alcance
de todos, aunque muchos prefieren ignorarla creyendo que con la «marcha atrás»
o el método Ogino no se corre ningún peligro; sin embargo, eso no es cierto.
La mayoría de
embarazos adolescentes podrían haberse evitado si se hubieran
utilizado los medios adecuados.
Lo que debe quedar muy en claro la mujer puede quedar
embarazada:
*Si no hay penetración. El esperma derramado puede
alcanzar la vagina de la chica si el pene se ha acercado demasiado.
*Si el muchacho piensa que es capaz de retirar el pene
en el momento de la eyaculacion, no siempre es así.
*Si la mujer evita relaciones durante el periodo de
ovulación. Anticoncepción natural
*Si tiene relaciones aun con periodo menstrual, la
ovulación puede aparece después de que empieza a sangrar
*Si es la primera vez que tiene un coito completo
*Si ella no llego al orgasmo
*Si ella se lava la
vagina o se ducha después del coito
No hay que fiarse de la información anticonceptiva dada por amigos y compañeros
de la misma edad, sino acudir a los centros de planificación e información
sexual dedicado) a esa tarea.
Anteriormente, cuando
hablábamos sobre la edad idónea de los jóvenes para comenzar las relaciones
sexuales completas, decíamos que no se pueden establecer fechas de inicio de
antemano, porque todo depende de las circunstancias personales de cada uno. En
cambio, sí puede determinarse claramente el comienzo del uso de los métodos
anticonceptivos para evitar un posible embarazo: desde el primer momento en el
que se mantengan relaciones sexuales con penetración.
La anticoncepción es la forma de evitar el embarazo mediante el uso de métodos o
productos que interfieren en los mecanismos que lo hacen posible. Conviene
recordar que si se mantienen relaciones sexuales con cierta regularidad y no se
usa ningún método anticonceptivo, la probabilidad de embarazo es altísima: en
torno al 8O % en un año. Es muy importante conocer bien todos los
métodos anticonceptivos existentes para poder elegir el que más se adecue a
cada caso. La elección de uno u otro dependerá de múltiples factores, como son
la frecuencia de las relaciones, la edad, las preferencias personales, etc. En
todo caso, si no se tiene a mano ninguno, el petting es la práctica más
razonable.
Deberían utilizarse
los métodos anticonceptivos desde el primer momento en que se mantengan
relaciones sexuales con penetración.
La anticoncepción evita los embarazos no deseados.
La anticoncepción es responsabilidad de quienes forman
la pareja
Todos los jóvenes
deben saber acerca de la anticoncepción
MÉTODOS
ANTICONCEPTIVOS
Cuando los jóvenes
preguntan cuál es el mejor método anticonceptivo, los especialistas suelen contestar
que no existe un método ideal que pueda aplicarse a todo el mundo, puesto que
hay que estudiar cada caso en particular. Pero, de forma general, sí puede
decirse que el anticonceptivo óptimo debe poseer las siguientes
características: ser seguro, inocuo y aceptado con agrado por la pareja.
Actualmente, los
métodos anticonceptivos más conocidos y seguros son la píldora, el dispositivo
intrauterino o DIU, el preservativo y el diafragma. Estos dos últimos deben
usarse con cremas espermicidas para reforzar su eficacia. No tan conocido es el
preservativo femenino, del cual hablaremos también. Por otro lado, existen
algunos métodos basados en el conocimiento de los períodos fértiles femeninos,
pero no son muy seguros.
Apareció en el mercado europeo hace casi cincuenta
años (1961) y, desde entonces, esta minúscula pastilla, conocida también como
anovulatorio, se ha convertido en uno de los métodos reversibles más eficaces
para prevenir el embarazo. Administrada correctamente, la seguridad supera el
99,5 %. Esto significa que la proporción de fallos es de menos de 0,5 embarazos
por cada 100 mujeres que la toman anualmente. Su mayor riesgo es olvidarse de
tomarla.
Cada píldora contiene dos hormonas sintéticas similares a las que se producen
en el ovario: estrógeno y progesterona. Cuando estas sustancias entran en el
torrente sanguíneo, la hipófisis recibe el mensaje de que ya hay suficiente
estrógeno y progesterona y deja de dar órdenes al ovario para que las elabore.
El ovario, al no ser estimulado, queda sin ovulación, en reposo, en una
situación hormonal similar a la que experimentan las mujeres cuando están
embarazadas. La píldora provoca también un espesamiento de la mucosa cervical,
que dificulta la entrada de los espermatozoides. Asimismo, cambia el
endometrio, convirtiéndose en un lugar hostil para una hipotética fecundación.
Se vende en las farmacias, en envases que contienen veintiuna píldoras. La
primera pastilla se toma el primer día de la regla y después una diariamente
durante los veinte días siguientes. Al finalizar las veintiuna píldoras, se
descansan siete días. Tras la semana de descanso, se empieza de nuevo otra
caja. Para no olvidarse, conviene tomarla siempre a la misma hora. Este método
es eficaz desde la primera toma y continúa siéndolo también durante la semana
de descanso, siempre que seguidamente se inicie una nueva caja.
Aunque se dice que puede tomarla cualquier mujer sana, como se trata de un
producto farmacológico, es imprescindible la visita médica para poder prevenir
posibles contraindicaciones o efectos secundarios. Sólo el ginecólogo podrá
valorar la conveniencia de usar o no este método y el tipo de píldora que más
se adecua a cada caso, y se encargará de fijar los controles necesarios.
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